“Porque de su plenitud tomamos todos, y gracia sobre gracia” (Juan 1:16)
En la vida tenemos muchas necesidades, sin embargo, todas ellas se resumen en UNA COSA: La necesidad de Dios.
Hubo un joven que aparentemente lo tenía todo. Juventud, dinero, buena reputación… pero suspiraba por la vida eterna. Se acercó a Jesús, y le preguntó cómo podía adquirirla. “Entonces Jesús, le dijo: UNA COSA te falta: anda, vende todo lo que tienes, y dalo a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo; y ven, sígueme, tomando tu cruz” (Mateo 10:21) El joven necesitaba sacar de su corazón la avaricia, que es idolatría (Colosenses 3:5) para poder recibir a Cristo.
David dijo: “UNA COSA he demandado a Jehová, ésta buscaré; Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida, Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo” (Salmo 27:4) Lo principal era vivir en la presencia de Dios.
Jesús, le explicó a Marta: “Sólo UNA COSA es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada” (Lucas 10:42) Porque María había dejado todo para estar a sus pies escuchando su Palabra.
Pablo dijo: “UNA COSA hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” (Filipenses 3:13,14)
Siempre es necesario UNA COSA. Que Cristo lo llene todo.
Pensamientos para reflexionar