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“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16)
¿PARA QUIEN ES EL EVANGELIO?
Muchos piensan que es más fácil predicar el evangelio en aquellos medios de evidentes necesidades materiales que entre personas consideradas ricas y exitosas; porque creen que, quienes viven en la opulencia y no pasan grandes necesidades, no se sentirán atraídos hacia el Salvador. Sin embargo, el Señor, envío a predicar el evangelio a toda criatura (Marcos 16:15) cualquiera que fuese su estrato social, porque todos los seres humanos tienen la misma necesidad de Dios. “Todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios” (Romanos 3:23)
El evangelio de la gracia de Dios (Hechos 20:24) El evangelio de Cristo (Romanos 15:9) Que predicaban los apóstoles de nuestros Señor, estaba dirigido a todos los hombres. Ellos no predicaban “un evangelio de prosperidad” sino un mensaje de salvación.
Las almas se entregan a Cristo sintiendo su bancarrota espiritual, sean carenciados o ricos. Ambos sienten un vacío interior que solamente Cristo puede llenar. Además, cuando por obra del Espíritu Santo se sienten pecadores y reconocen que un día tendrán que presentarse delante de Dios, sienten una carga en el alma que “sólo Cristo y éste crucificado” (1 Corintios 2:2) puede quitar.
Por esto, es necesario que el evangelio de Cristo llegue a toda criatura, no, mediante una predicación prometedora de bendiciones materiales para el tiempo de nuestra estadía en la tierra, sino como un mensaje de salvación eterna.
Pensamientos para reflexionar
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