
“No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos” (Mateo 7:21)
“Jesús dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios” (Juan 3:3)
Las personas no son salvas porque oran, ni porque se congregan, ni tampoco por haberse bautizado, pues todas estas cosas se pueden hacer sin que haya una realidad espiritual en ello. Las personas son salvas por haber creído en el Señor Jesús (con todo lo que esto implica) como su único y suficiente salvador.
Hay quienes dicen: ciertas personas confunden, porque dicen creer, oran y muchas veces gustan de los mensajes cristianos, pero en su vida no se nota un cambio, no manifiestan la vida. ¿Cómo puede ser eso? En realidad es fácil. El que tiene al Hijo como su salvador, tiene la vida (1 Juan 5:12) y el que no lo tiene, por más que crea sin dudar en la existencia de Dios, en su poder y su amor. Por más que ore y se congregue, sino tiene al Hijo no tiene la vida eterna.
No se trata del que dice creer, ni el que dice tal o cual cosa (véase 1 Juan 2, 4, 6,9) Sino del que realmente cree y ha nacido de nuevo por la fe en Cristo Jesús. Por eso quien tiene la vida se evidencia, pues la vida se manifiesta. Se nota un cambio y una nueva vida de santidad, porque por más nuevos que sean en las cosas del Señor, quien haya recibido a Cristo ya no quiere pecar, su nueva naturaleza rechaza el pecado.
Pensamientos para reflexionar
Las iglesias se llenan pero muy pocos entienden Romanos 10:17. Gracias por sus mensajes de
Muchas gracias por su comentio. el Señor lo bendiga!!