“Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo, el cual un hombre halla, y lo esconde de nuevo; y gozoso por ello va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo” (Mateo 13:44)
Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató, atrayendo sobre sí mismos destrucción repentina. (2 Pedro 2:1)
Algunas personas encuentran dificultad, al meditar en el versículo citado de 2 Pedro 2:1, porque dice: “Negarán al Señor que los rescató” pues, obviamente, se refiere a personas inconversas y la expresión “que los rescató” no pueden aplicarla a las personas que se pierden.
Para comprender bien lo que la Palabra nos dice, debemos tener en cuenta que hay al menos dos palabras en griego para redimir. Una, significa pagar el precio. La otra, es libertar al esclavo. Una es la palabra “agorazo” que significa comprar al esclavo en el mercado. La otra es exagorazo, que significa comprar y sacar al esclavo del mercado haciéndolo libre.
La palabra agorazo en el Nuevo Testamento puede aplicarse a inconversos, pues nos muestra como Dios, por medio de Jesucristo, compró a todos sin excepción. Luego si alguien por quien Jesucristo murió para dar el pago de su redención, no quiere ser liberado de su esclavitud, esto no cambia en nada la realidad de su responsabilidad, ni que Dios tuvo de él misericordia. La palabra exagorazo, es la que se utiliza siempre en el Nuevo Testamento para los creyentes, es decir para todos aquellos que han sido liberados, los que ha sido sacados del mercado, porque creyeron en el Señor Jesús como su salvador.
En el versículo comentado, el sentido correcto para interpretarlo, sería leerlo: Negando al Señor que los compró. (2 Pedro 2:1 LBLA)
Pensamientos para reflexionar