“Harás también un altar de madera de acacia de cinco codos de longitud, y de cinco codos de anchura; será cuadrado el altar, y su altura de tres codos. Y le harás cuernos en sus cuatro esquinas; los cuernos serán parte del mismo; y lo cubrirás de bronce” (Éxodo 27:1,2)
“Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree” (Romanos 1:16)
En la Biblia, los cuernos, son figura de poder. Esto se ve en el libro de Apocalipsis, pero también en la simbología del mobiliario del Tabernáculo en el Antiguo Testamento.
El altar de bronce, donde se quemaban los sacrificios, era cuadrado, y tenía cuernos en sus cuatro esquinas como parte del mismo (Éxodo 27:2). Cuando pensamos en el significado del altar del sacrificio, no nos sorprende que allí hubiera cuernos que prefiguraran el poder de salvación desde el lugar donde se sacrificaba a la víctima.
El altar de Cristo, fue la cruz. Él padeció la muerte sobre el madero, y desde la cruz y en virtud de la obra llevada allí por Cristo, Dios mandó que se anunciara el perdón de pecados en su nombre. Lo cuadrado del altar, nos habla de un alcance universal. Los cuatro ángulos de la tierra. Por eso el mensaje del evangelio, es anunciado por todo el mundo a toda criatura, diciéndole que tan solo hay salvación en Cristo Jesús, quien murió en aquella cruz. La palabra de la cruz es poder de Dios, poder de salvación para todo aquel que cree. (1 Corintios 1:18, Romanos 1:16)
Ana, la mamá de Samuel expresó en su cántico: Mi corazón se regocija en Jehová, Mi poder se exalta en Jehová. (Otras traducciones dicen: Mi cuerno se ha ensalzado en Jehová (1 Samuel 2:1 V. Mod) Porque esa palabra expresa poder.
Pensamientos para reflexionar