“Cuando vino el cumplimiento del tiempo, Dios envió a su Hijo, nacido de mujer y nacido bajo la ley, para que redimiese” (Gálatas 4:4,5)
“Todo esto aconteció para que se cumpliese lo dicho por el Señor por medio del profeta, cuando dijo: He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, Y llamarás su nombre Emanuel, que traducido es: Dios con nosotros” (Mateo 1:22,23)
En esta época del año muchos festejan la navidad y muchos se traban en discusiones interminables, con respecto a la procedencia de esta fiesta, a la fecha, etc. Pero más allá de eso, hoy, todos los que somos de Cristo, quisiéramos que la gente sepa, que lo importante es que Dios haya enviado a su Hijo para que nazca de la virgen María engendrado por el Espíritu Santo, cuando consideró que era el momento preciso (Gálatas 4.4)
Pues lo importante es que nació, y ¿sabes tú por qué nació? Él nació porque de tal manera amó Dios al mundo que ha dado su Hijo unigénito para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna (Juan 3:16)
Tuvo que nacer y revestirse de humanidad para ser semejante a nosotros, porque nosotros fuimos los que pecamos. Se requería que fuese un hombre quien sufriera el castigo divino correspondiente a los hombres y él lo hizo así, cuando padeció en la cruz el castigo de todos nosotros. Ningún otro hombre podía ofrecerse para el sacrificio, pues primeramente debía morir por su propio pecado, pero Jesús, como era sin pecado, tomó la causa del hombre y se ofreció a sí mismo sin mancha a Dios (Hebreos 9:14)
Por eso lo importante, no es la fecha, ni la fiesta, sino que él haya venido. ¿Y tú, lo aceptaste como tu Salvador?
Pensamientos para reflexionar