
“En esto conoced el Espíritu de Dios: Todo espíritu que confiesa que Jesucristo ha venido en carne, es de Dios” (1 Juan 4:2)
“Todo aquel que confiese que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él, y él en Dios” (1 Juan 4:15)
“Todo aquel que cree que Jesús es el Cristo, es nacido de Dios; y todo aquel que ama al que engendró, ama también al que ha sido engendrado por él” (1 Juan 5:1)
Se acerca la fiesta de navidad y el mundo celebra… Son días de saludos, invitaciones, regalos y una ocasión especial para compartir frases y escritos reflexivos. Los hijos de Dios debemos ser prudentes y saber que tanto en estas fechas donde el mundo habla circunstancialmente del Señor Jesús, como en todo tiempo, cada vez que se habla de nuestro Señor, debemos analizar bien lo que nos comparten, para poder a la vez compartirlo, viendo si lo que se dice, es cierto conforme a lo que dice la Biblia, y si en esos escritos se confiesa al Señor como salvador verdaderamente.
Es notable, ver como personas afamadas e ilustres del orden religioso y de la literatura particularmente, dejaron escritos hablando de Cristo que se hicieron famosos, pero que cuando uno los lee, ve que están vacíos del verdadero sentimiento cristiano, pues si bien exaltan al Cristo, no lo mencionan ni reconocen como Salvador. Y esto, no por casualidad.
Recordemos esto: Todo escritor puede hablar bien de Cristo y sus cualidades, de su ejemplo y de todo su hermoso legado dejado a la humanidad como persona ilustre y ejemplo perfecto, pero si esa persona no confiesa a Cristo como el Hijo de Dios, como su Salvador quien dio su vida en la cruz muriendo por sus pecados. Denota que solo ve en Cristo a un hombre excelente, pero no al salvador. Y eso, no es cristianismo.
Pensamientos para reflexionar