“Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual es sombra de lo que ha de venir; pero el cuerpo es de Cristo. Nadie os prive de vuestro premio, afectando humildad y culto a los ángeles, entremetiéndose en lo que no ha visto, vanamente hinchado por su propia mente carnal” (Colosenses 2:16-18)
Los Judaizantes enseñaban a las personas a guardar la ley, se desvinculan de la gracia y hacían a la salvación un mérito al haber cumplido con algo, lo cual es un gravísimo error. Porque las personas, solo pueden ser salvas por gracia, mediante la fe, sin las obras de la ley. (Romanos 3:28)
Hoy los judaizantes, siguen activos, mezclando la ley con la gracia. Luchando por mantener su identidad judía, por sobre la posición cristiana que le corresponde si confiesan a Jesucristo, pues para Dios hay solo tres grupos representativos, que son: Los judíos, es decir los descendientes del pueblo terrenal de Dios. Los gentiles, que comprenden a todos los que no pertenecen al judaísmo, y la Iglesia de Dios, donde no hay judío ni griego, porque encierra a todos los creyentes en Jesucristo. Por eso, cuando un judío se convierte, deja de ser considerado un judío, para ser un miembro de la Iglesia y está comprendido como parte de ella.
Por otro lado, el gnosticismo, con sus supuestos conocimientos y filosofías, está también hoy más activo que nunca en aquellos, para los cuales la Biblia no es la única fuente de autoridad, sino que se guían por filosofías y huecas sutilezas, según los rudimentos del mundo (Colosenses 2:8) Estos son los que colocan las opiniones filosóficas y científicas a la altura de las Escrituras y conducen a las almas a la perdición.
Pensamientos para reflexionar