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“Libra a los que son llevados a la muerte; Salva a los que están en peligro de muerte” (Proverbios 24:11)
“Así que, somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios rogase por medio de nosotros; os rogamos en nombre de Cristo: Reconciliaos con Dios” (2 Corintios 5:20)
Alguien podría preguntarse: ¿Es tan necesario predicarles a las personas e insistirles que crean en Cristo como su salvador? La respuesta es SI, porque es un tema de vida o muerte, con consecuencias eternas y ahora es el momento de solucionarlo (2 Corintios 6:2) Mañana podría ser demasiado tarde y aquella persona que tuvimos a mano para poder advertirle, sin Cristo se encontrará perdida por la eternidad.
Algunos dicen: “No todos son tan malos, ni tan pecadores…” Sin embargo, la Biblia dice que los que se pierden, no se pierden por ser más pecadores que los demás, sino porque no recibieron <no quisieron aceptar> el amor de la verdad, presentada por Dios, para ser salvos (2 Tesalonicenses 2:12)
Dios envió a su Hijo desde los cielos para que muriera en la cruz por nosotros los pecadores. Jesús cumplió con ese plan fielmente, y entonces desde los cielos, Dios envío a anunciar el perdón de pecados por su nombre. La buena noticia de una salvación únicamente por Cristo, porque en ningún otro hay salvación (Hechos 4:12)
De esa manera, quien cree en Jesús como su salvador, es perdonado por Dios, y el pago de Jesucristo se le acredita, para que ya no tenga que pagar él. Pero quien rehúsa creer, deberá pagar el mismo por sus pecados, y esto será terrible, porque la muerte espiritual es la separación eterna de Dios.
Pensamientos para reflexionar
