
“Toda cabeza está enferma, y todo corazón doliente. Desde la planta del pie hasta la cabeza no hay en él cosa sana” (Isaías 1:5,6)
“El intento del corazón del hombre es malo desde su juventud” (Génesis 8:21)
La Biblia enseña que el hombre está total corrompido. Dios vio “que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal” (Génesis 6:5) Esto, demuestra por lo tanto, que el hombre no pueda hacer nada para ser salvo por sus propios medios. El hombre necesita la intervención de Dios, para poder recibir la salvación de Dios.
Que el hombre esté irremediablemente perdido, no quiere decir que no tenga la capacidad de hacer algo considerado bueno por la sociedad, ni tener buenos sentimientos para con los que ama, sino que está completamente arruinado por el pecado y necesitado de un salvador.
El énfasis en la palabra irremediablemente perdido, es bueno considerarlo, porque en muchas religiones se piensa que el ser debe autorrealizarse, sacando lo bueno de adentro, para redimirse. O también como enseña la Nueva Era, secta religiosa con una mezcla de creencias espirituales, que dice que el hombre necesita de Dios porque está perdido, pero no admite que esté irremediablemente perdido, es decir que cree que el hombre puede y debe hacer algo para mejorar.
El hombre no tiene remedio, pues si así lo fuera, “por demás murió Cristo” (Gálatas 2:21)
Dios no salva a nadie a la fuerza, ni el hombre puede hacer algo para salvarse a sí mismo. El hombre necesita que Dios trabaje su corazón para salvación por medio de Su Espíritu y la Palabra.
Pensamientos para reflexionar