“Si alguno habla, sea como los oráculos de Dios” (1 Pedro 4:11 V. Mod)
“Cornelio dijo… Ahora, pues, todos nosotros estamos aquí en la presencia de Dios, para oír todo lo que Dios te ha mandado” (Hechos 10: 33)
“Este hombre… en nombre de Jehová nuestro Dios nos ha hablado” (Jeremías 26:16)
¡Qué importante es ir a las reuniones con la disposición correcta de corazón!
Alguien decía: Aquel que va a la fuente de las aguas para satisfacer sus necesidades con un vaso, volverá contento con un vaso de agua, pero aquel que va con un cántaro o con un tonel volverá con más, porque fue preparado para mucho más.
Hay quienes van a las reuniones de edificación de la Iglesia, y esperan únicamente, que el ministerio de la Palabra los aliente por medio de un mensaje motivador. Otros, asisten solamente esperando aprender algo nuevo. Esas posturas, aunque tengan su lado bueno, no son en realidad la disposición verdadera que el Señor espera de los suyos.
Es cierto que la Palabra alienta y consuela, pero quienes van buscando solamente eso, muchas veces se verán decepcionados cuando no se hable lo que ellos esperan .Y los que van solo para aprender, se podrían sentir insatisfechos si el que toma la Palabra no es un enseñador reconocido de la Palabra. En cambio, quienes van para recibir la palabra del Señor como dice Pablo: “no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios” (1 Tesalonicenses 2:13) Siempre se sentirán satisfechos buscando aplicar a sus vidas y a sus circunstancias lo que se les ha presentado, tomando por cierto que el Señor les ha hablado.
¡Esa es la actitud correcta!
Pensamientos para reflexionar