APAGAR AL ESPÍRITU
“Los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él” (Romanos 8:8.9)
“No apaguéis al Espíritu” (1 Tesalonicenses 5:19)
Cuando en la Biblia leemos: “No apaguéis al Espíritu” (1 Tesalonicenses 5:19) podemos pensar que esa acción de apagar, está en relación con la acción que ejerce el Espíritu en nosotros, haciendo arder la llama de la fe, de la adoración, de la fuerza en el servicio y todo lo que tiene que ver con nuestro andar. y podemos apagar su accionar, cuando no lo dejamos actuar, o impedimos que cumpla su ministerio en nosotros.
Timoteo Debía avivar el fuego del don de Dios que había en él, porque no le había dado Dios Espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio (2 Timoteo 1:7) Si no lo hacía así, iba a estar apagando al Espíritu.
Por eso debemos saber que apagamos al Espíritu Santo al hacer lo que no debemos, como también cuando no hacemos lo que debemos. La desunión en la iglesia apaga al Espíritu, porque no cumplimos con ser solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz. (Efesios 4:3) La falta de amor entre los hermanos, el menosprecio cuando algún hermano habla (1 Tesalonicenses 5.20) La mala disposición cuando se va a las reuniones, o la usurpación que se hace cuando una sola persona dirige todo y a todos, apaga al Espíritu.
Recordemos: Todo cuando ahoga el ministerio del Espíritu en el individuo o en su conjunto, la Iglesia, lo apaga.
Pensamientos para reflexionar