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“Y desde los días de Juan Bautista hasta ahora, el reino de los cielos es tomado a viva fuerza, y los valientes lo arrebatan” (Mateo 11:12 V. Mod)
“La Ley y los Profetas llegaron hasta Juan, desde entonces el reino de Dios es predicado, y cada uno entra en él con violencia” (Lucas 16:16 V. Mod)
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma” (Hebreos 10:39)
En la actualidad se nos exige tolerancia a todo y a todos. No importa que piense una persona, ni lo que haga con su vida, debemos respetar sus ideas y sus convicciones porque se nos exige que los aceptemos, Pero para el cristiano parecería que no hay tolerancia. Si alguien desea conducirse fielmente según las leyes de Dios. Se lo deja de lado, se trata de ridiculizarlo, se burlan de él, etc.
¡Cuánta hostilidad sufren los niños de familias cristianas cuando dicen que ellos no hacen, ni participan de lo que hace el resto! La Palabra de Dios nos enseña que esto no debe asombrarnos. “Que los mismos padecimientos se van cumpliendo en los hermanos en todo el mundo” (1 Pedro 5:9) Y que ellos, a pesar de que lo sufren y cuesta, no deben retroceder, sino afirmar sus convicciones en Cristo, porque “desde los días de Juan Bautista hasta ahora, el reino de los cielos es tomado a viva fuerza, y los valientes lo arrebatan (Mateo 11:12)
Al reino de los cielos se entra por un camino estrecho. Hay que esforzarse y no desmayar, desestimar la vida natural en el mundo, para tener la verdadera vida. Y solo los que son valientes, los que no retroceden, lo arrebatan; es decir, siguen adelante a pesar de las burlas y no niegan al Señor Jesús, sino que lo confiesan como su Salvador.
Pensamientos para reflexionar
