Todos los escritos
Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo (Tito 2:11-13)
Se termina un año, comienza otro y al mirar hacia atrás solo quedan recuerdos donde resplandece la gracia de Dios que nos sostuvo a través de todo el camino. Ahora, debemos ser agradecidos y seguir firmes hasta la venida de nuestro Señor.
Alguien, muy inteligentemente una vez dijo: Los hijos de Dios no debemos perder el objetivo, no podemos distraernos con las cosas de este mundo. Tenemos que vivir como si el Señor Jesús hubiese sido crucificado y resucitado ayer y como si nos viniera a buscar mañana…
¡Qué verdad! ¿Se imaginan? ¿Si nuestro Señor hubiese resucitado ayer? ¿Cuál sería nuestro tema de conversación? ¿Dónde estarían focalizados nuestros pensamientos? Y más aún. Si Cristo nos dijera que mañana viene ¿Cuál sería la respuesta de nuestro corazón? Seguramente, saldríamos corriendo a decírselo a todos, mayormente a nuestros seres queridos para que no se pierdan… Las cosas de la tierra perderían valor para nosotros, comprenderíamos bien que no es tiempo de buscar grandezas como dijo el profeta (Jeremías 45:5) Ni es tiempo de tomar plata, vestidos, olivares, viñas, ovejas, bueyes… (2 Reyes 5:26) Sino que es tiempo de predicar el evangelio, porque el fin de todas las cosas se acerca. (1 Pedro 4:17)
Ahora es el momento de recibir a Cristo como salvador y si ya lo has hecho, de servirle de corazón con todas tus fuerzas, porque aquel que murió y resucitó, muy pronto viene…
Pensamientos para reflexionar
