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“No hay hombre que tenga potestad sobre el espíritu para retener el espíritu, ni potestad sobre el día de la muerte” (Eclesiastés 8:8)
“Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27)
“Jesús dijo: De cierto, de cierto os digo: El que oye mi palabra, y cree al que me envió, tiene vida eterna; y no vendrá a condenación, más ha pasado de muerte a vida” (Juan 5:24)
Quizás, antes de lo que imaginamos, nuestros ojos se cierren para siempre en este mundo, y los abriremos en el más allá. ¡Eso es solemne! Cuándo eso suceda ¿Qué será de ti? ¿Irás al encuentro de tu salvador porque en vida creíste en Cristo y lo recibiste en tu corazón? ¿O te encontrarás ante un acceso negado por no haber arreglado tus cuentas con Dios?
La Biblia dice hay una gran cima que hace separación, entre los salvos y los perdidos (Lucas 16:26) Lógicamente, hoy puedes pensar que luego de morir no habrá más nada o imaginar lo que sea. Pero, tú sabes que las cosas no son siempre como pensamos ni como quisiéramos que fuesen, sino como son, y la Biblia dice que para morir hay que estar preparado (Amos 4:12)
Miles de personas se despertaron esta mañana, pero no terminarán el día. Un día entre esas personas podemos estar nosotros.
La Biblia dice “que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27) Lo creas o no, los hombres se mueren y eso lo ves. Luego indefectiblemente vendrá lo otro, pero Dios no quiere que vayas a juicio, quieres que hoy recibas a Cristo como tu salvador, pues si crees en él, no irás a juicio condenatorio.
No postergues más la decisión. Ahora es el momento en el que debes recibir a Cristo.
Pensamientos para reflexionar
