“Porque ciertamente vosotros sois fraguadores de mentira; Sois todos vosotros médicos nulos. Ojalá callarais por completo, Porque esto os fuera sabiduría” (Job 13:4,5)
“Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores al arrepentimiento” (Lucas 5:31,32)
“He aquí que yo les traeré sanidad y medicina; y los curaré, y les revelaré abundancia de paz y de verdad. Y haré volver los cautivos de Judá y los cautivos de Israel, y los restableceré como al principio” (Jeremías 33:6,7)
Muchas veces, quienes se hacen llamar a sí mismos siervos de Dios, son médicos nulos. Así les llamó Job a sus amigos que se acercaron para consolarlo. “Porque ciertamente sois todos vosotros médicos nulos” (Job 13:4).
Los amigos de Job dijeron grandes verdades, pero se equivocaron en el diagnóstico. Ellos juzgaron que eso le estaba sucediendo a Job por causas que no eran las verdaderas. Otros, tienen un diagnostico justo, acertado, preciso, pero no ofrecen ninguna cura. Y uno se pregunta: Si esto es evidentemente la consecuencia de haber dejado al Señor, de haber pecado contra Dios, etc. ¿No hay solución para tal estado? ¿No hay perdón para el pecador? ¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico?… ¿Por qué no hay medicina para casos así? (Jeremías 8:22) Y no ofrecen respuesta, porque son médicos nulos. Pero también están los que curan la herida con liviandad (Jeremías 6:14) Diciendo que tendrán paz, a quienes no tendrán paz porque no se han arrepentido ni confesado sus faltas, sino que desean seguir religiosamente, sin que les duela la falta de comunión en la que se encuentran a causa de sus pecados.
El Señor Jesús, es el médico verdadero. Quien vino para sanar a los quebrantados de corazón. A llamar a los pecadores al arrepentimiento. (Lucas 4:18, 5:32)
La religión y los hombres, pueden ser médicos nulos. Cristo jamás. Él siempre tiene la solución.
Pensamientos para reflexionar