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(Léase Números 4)
“Habló Jehová a Moisés diciendo: … pondrás a los levitas en el tabernáculo del testimonio, y sobre todos sus utensilios, y sobre todas las cosas que le pertenecen; ellos llevarán el tabernáculo y todos sus enseres, y ellos servirán en él, y acamparán alrededor del tabernáculo. Y cuando el tabernáculo haya de trasladarse, los levitas lo desarmarán, y cuando el tabernáculo haya de detenerse, los levitas lo armarán” (Números 1:48-51)
Los hijos de Levi, eran los encargados de servir en el Tabernáculo y ocuparse de transportar el mobiliario, y llevar todos los enseres. (Números 1:50) Sus nombres eran: Gersón, Coat y Merari. Ellos y sus descendientes, eran los levitas que servían en las cosas santas de Dios.
El Tabernáculo, era la habitación de Dios en medio de su pueblo redimido. Por lo tanto, tenemos en él una figura de la Iglesia. Y así como para la Iglesia que es la Casa de Dios (1 Timoteo 3:15) Todos tenían directivas precisas para saber cómo hacer su servicio.
La familia de Coat debía llevar el mobiliario, las cosas internas que nos hablan de las bellezas de Cristo. El arca, el candelero, la mesa de los panes, etc. Ellos, podríamos decir, marchaban portando a Cristo sobre sus hombros, pues todas esas cosas son figuras evidentes de nuestro Señor.
La familia de Gersón debía llevar las cortinas y las cubiertas del Tabernáculo. Es decir, todo aquello que servía para proteger y preservar las cosas santas. (Números 4: 24-26) Un servicio que habla de mantener la separación.
Y Luego la familia de Merari, debía transportar las tablas con sus basas, las barras, las estacas y las cuerdas (Números 4:29-32) Un servicio que sugiere unión.
Cada una de estas tareas, veremos ¡cuán importantes eran! Todas se complementaban, así como se completa lo nuestro en la Iglesia del Señor.
Continúa en la parte 2
Pensamientos para reflexionar
