EL EJEMPLO DE EBED-MELEC

“Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo” (Lucas 10:37)

“Porque ejemplo os he dado, para que como yo os he hecho, vosotros también hagáis” (Juan 13:15)

“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigáis sus pisadas” (1 Pedro 2:21)


Una vez, el profeta Jeremías fue lanzado a una cisterna donde ya no había agua sino lodo, y lo dejaron hundiéndose allí para que muera. Hubo un hombre llamado Ebed-melec, que al ver esa injusticia, se presentó ante el rey pidiendo por Jeremías. El rey le concedió que fuera y lo sacara, y Ebed-melec rápidamente tomo unas sogas y juntó unos trapos para que Jeremías los colocara bajo los sobacos, debajo de las sogas y así lo sacó sin lastimarlo (Jeremías 38:6-13)

¡Cuántas enseñanzas tiene esto para nosotros!

En ese episodio se nos presenta a alguien que intercede valientemente por otro y que sabe cómo levantarlo para no lastimarlo más.

Así como nos levantó el Señor Jesús, quien tuvo misericordia de nosotros, cuando estábamos caídos. Cuando como el buen samaritano, nos encontró lastimados y desfalleciendo (Lucas 10:33,34)

El Señor Jesús nos ha dado el ejemplo. Al levantarnos, no nos lastimó, ni nos puso en evidencia avergonzándonos. Sino que, como se ve en la acción de Ebed-melec, tuvo un  cuidado especial y así, nos sacó de lo profundo del lodo cenagoso, colocando nuestros pies sobre la roca (Salmo 40:2)

Tengamos presente: Cuando hagamos el bien, no reclamemos. No hagamos sentir mal a quien cayó. No lastimemos más a nadie, ni toquemos trompeta para que se conozca nuestra acción. Sino seamos misericordiosos como nuestro Padre que está en los cielos es misericordioso (Lucas 6:36)


Pensamientos para reflexionar

www.lacuevadeadulam.com.ar  weblacuevadeadulam@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *