“Ponte de acuerdo con tu adversario pronto, entre tanto que estás con él en el camino” (Mateo 5:25)
“Prepárate para venir al encuentro de tu Dios” (Amós 4:12)
“Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero. Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor” (1 Tesalonicenses 4: 15-17)
Un antiguo predicador del evangelio, solía decirles enfáticamente a los oyentes que debían recibir a Cristo como salvador sin dejar pasar más el tiempo, porque pronto Cristo iba a volver para llevar a los suyos y los que no aceptaran a Cristo como salvador serán aquellos que se quedarán. “Los cuales sufrirán pena de eterna perdición, excluidos de la presencia del Señor y de la gloria de su poder” (2 Tesalonicenses 1:9) Y agregaba un comentario muy lógico y convincente. Primeramente, preguntaba: ¿Cuándo suene la trompeta anunciando su venida, que será de ti? ¿Cristo te llevará consigo? Mira que si no es Cristo quien te lleva a los cielos, será el diablo quien te lleve al infierno, y nadie podrá evitarlo. Pues si los mismos ángeles de Dios quisieran arrebatarte de sus manos, el diablo justamente haría valer su derecho de propiedad diciendo: – Si ustedes me sacan a esta persona, son tan ladrones como yo, pues no le corresponde tocarlo, ya que esta persona es mía. Rehusó voluntariamente creer en el Hijo de Dios y me pertenece…-
¡Prestemos mucha atención! Que esto no es una fábula artificiosa, sino algo que concuerda con lo que dicen las Escrituras. Por eso es muy importante que ahora, ya, en este momento, quien escucha el mensaje del evangelio lo acepte y reciba a Cristo como Salvador. Luego, podría ser demasiado tarde, ya que Cristo muy pronto viene.
Pensamientos para reflexionar