COMO CUANDO SE APRIETA EL GATILLO (2)

“JAH, si mirares a los pecados, ¿Quién, oh Señor, podrá mantenerse? Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado…  Porque en Jehová hay misericordia, Y abundante redención con él” (Salmo 130:3,4 y 7)

“Porque tú, Señor, eres bueno y perdonador, Y grande en misericordia para con todos los que te invocan” (Salmo 86:5)


Si bien el pecado tiene un proceso (Santiago 1:15) Debemos velar y no tener ninguna confianza en la carne. (Filipenses 3:3) Pues si no lo hacemos, ese proceso se cumplirá y luego, pecar es como apretar el gatillo de un arma. Una vez que el arma se disparó, ya ocurrió. Luego vienen las consecuencias. Unos se asustan y se desesperan, otros lo quieren disimular y negar, pero el pecado es pecado y ese pecado, siempre a uno lo alcanza, sin poder deshacerse de él, a no ser por los medios divinos. (Números 32:23)

Una vez que se pecó, no siempre se puede hacer restitución, pues hay pecados que cambian la orientación de una vida. Pero, igualmente, la gracia de Dios estará dispuesta para aquel que se arrepiente y con un corazón contrito y humillado reconoce y confiesa su pecado ante Dios (Salmo 51:17) Lo que no estará siempre dispuesto será el perdón de los hombres. Todo pecado es infinitamente pecaminoso, pues se cometió primeramente ante Dios que es un ser infinito. Por eso Cristo murió por nuestros pecados, sufriendo el castigo nuestro. Cuando esto se ignora u olvida, los corazones se cierran para perdonar.

Debido a esto, quien haya pecado, debe volverse a Dios y arreglar su situación ante él, apelando a su gracia, pues, solamente encontrará el perdón y la paz, confesando su pecado y se aferrándose a Cristo. (1 Juan 1:9)


Pensamientos pra reflexionar

www.lacuevadeadulam.com.ar  weblacuevadeadulam@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *