BUSCAR Y SALVAR LO QUE SE HABÍA PERDIDO

“Porque así ha dicho Jehová el Señor: He aquí yo, yo mismo iré a buscar mis ovejas …  Yo buscaré la perdida, y haré volver al redil la descarriada” (Ezequiel 34:11 y 16)

“… Va tras la que se perdió, hasta encontrarla. Y cuando la encuentra, la pone sobre sus hombros gozoso” (Lucas 15:4,5)


La Biblia enseña que “El Señor vino a buscar y a salvar lo que se había perdido” (Lucas 19:10)

Al referirse a los niños, las Sagradas Escrituras dicen: “El Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido” (Mateo 18:11) Omitiendo el verbo “buscar”, ya que los niños, como descendientes de Adán, no se extraviaron en sus caminos, sino que, habiendo nacido bajo las consecuencias del pecado necesitan simplemente la salvación. El Hijo de Dios descendiendo del cielo.  Se hizo hombre, para poder dar su vida como ofrenda por el pecado del hombre. Los niños, quienes aún no tienen la capacidad de rechazar “el amor de la verdad para ser salvos” (2 Tesalonicenses 2:10) están bajo los efectos salvíficos de la obra de la cruz. Cristo murió por ellos y de los tales “es el reino de Dios” (Marcos 10:14)

En cambio, cuando crecen es distinto. Las Escrituras mencionan una doble acción: “buscar y salvar lo que se había perdido” Ya no se trata de seres incapaces de conocer su naturaleza pecaminosa. Sino de quienes han tomado decididamente por sus propios caminos dejando de lado a Dios, y se han extraviado en un camino de muerte. Quienes no buscan a Dios, ni pueden hacer nada por sí mismos para volverse. Por eso Cristo para salvarlos debe buscarlos primero.

 Cristo, todavía sigue buscando a quien se encuentra perdido.


Pensamientos para reflexionar

www.lacuevadeadulam.com.ar  weblacuevadeadulam@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *