“Dejaos del hombre, cuyo aliento está en su nariz…” (Isaías 2:22)
“No a nosotros, oh Jehová, no a nosotros, Sino a tu nombre da gloria” (Salmo 115:1)
Una de las estrategias sutiles de Satanás, es la introducción del humanismo en el mensaje cristiano
Ante la necesidad de paz, consolación, estimulo… los seres humanos somos conducidos a buscar a Dios. Dios, nos insta por medio de su Santo Espíritu a que nos acerquemos a él. Satanás sabe eso, y al notar que sentimos nuestras carencias y un gran vacío en el corazón, se adelanta ofreciéndonos una especie de consuelo y estímulo, a través de algo que disfraza de cristianismo. Nos referimos al humanismo.
La Biblia enseña el gran amor de Dios hacia sus criaturas. Pero el humanismo distorsiona este hecho, colocando al hombre como centro de todo. Uno recibe aliento y consolación con frases como: “Para Dios tú eres todo” “Tú eres el centro” “Todo lo hizo para ti, no te dejará…”
Es verdad que Dios tiene misericordia de todos, pero no por ser nosotros el centro, ya que la Biblia dice que el centro es CRISTO. “Porque de él, y por él, y para él, son todas las cosas. A él sea la gloria por los siglos. Amén” (Romanos 11:36)
El humanismo hace al hombre autosuficiente, lo exalta, y lo hace creer que es merecedor de todo. De ahí frases como: “Te lo mereces” “Te corresponde” Ignorando los principios de la gracia de Dios.
Solamente Cristo es todo, y sobre todos. (Efesios 1:21-22)
Pensamientos para reflexionar
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