
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)
“Y el que estaba sentado en el trono dijo: He aquí, yo hago nuevas todas las cosas. Y me dijo: Escribe; porque estas palabras son fieles y verdaderas” (Apocalipsis 21:5)
Un predicador mediático muy conocido, criticando a otros cristianos que enfatizan sobre la santidad, se declaraba a sí mismo como un pecador en recuperación, e invitaba a las personas a su “iglesia” para hacer el mismo tratamiento que él.
Realmente, en esas predicaciones bochornosas, siembran en los corazones, una semilla que no es la semilla de la Palabra de Dios que trae salvación (1 Pedro 1:23)
Lo que ese predicador ignora, es que la aceptación del verdadero mensaje del evangelio, hace pasar a las personas de la muerte espiritual a la vida. Los vincula a Cristo, dándole plena seguridad, pues si alguno está en Cristo (posición correspondiente a todo aquel que nació de nuevo), nueva criatura es. ya no pecadora. (2 Corintios 5:17) Y que para los tales: ninguna condenación hay pues están en Cristo Jesús (Romanos 8:1) Aceptos en el Amado (Efesios 1:6) Los cuales pueden decir con seguridad: Así como Cristo es, somos nosotros en este mundo (1 Juan 4:17)
Dios no llama a los salvos que ha hecho sus hijos, pecadores. Sino santos. Y a los suyos, como la congregación de los santos (Salmo 89:5)
La Biblia tampoco enseña una mejora gradual en la condición pecaminosa del hombre para que vaya recuperándose hasta llegar a ser santo. Ni que los pecadores deban acudir a la “Iglesia” para ser libres de esa condición. Sino que presenta a Cristo para salvación.
Pensamientos para reflexionar