NO HAY PAZ PARA EL IMPÍO

“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3)

“No hay paz para los malos, dijo el Señor” (Isaías 48:22)


La palabra es clara: “No hay paz, dijo mi Dios, para los impíos” (Isaías 57:21)

El creyente por el contrario, goza de la paz con Dios, porque su Salvador, hizo la paz, mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:20) y tiene paz en su corazón, porque el Señor Jesús, se la ha comunicado. “La paz os dejo, mi paz os doy…” (Juan 14:27)

Impío, significa: Carente de piedad.

La piedad, bíblicamente, no significa bondad ni misericordia, como se entiende habitualmente; aunque en la piedad se manifiestan estas virtudes. La piedad, es el mantenimiento de la relación del alma con Dios.

Quien no se ha reconciliado con Dios, recibiendo a Cristo como su salvador, está carente de ella.

El creyente renacido, tiene esta bendición, conoce el misterio de la piedad, en Cristo, Dios manifestado en carne. (1 Timoteo 3:16)  Y goza de paz con Dios en cuanto a su alma, disfrutando de la paz Cristo en su corazón.

Sin embargo, ¡cuidado! Todo el disfrute de esta posición, se altera cuando pecamos. El pecado interrumpe la comunión con Dios y turba la paz. Y aunque un renacido, no pueda ser considerado por Dios como impío; podría, obrar impíamente, y de esa manera, perder el disfrute de la paz de Cristo.

No permitamos que un pecado no confesado quite nuestra paz.

Para tener paz, hay que vivir en comunión con Cristo.


Pensamientos para reflexionar

www.lacuevadeadulam.com.ar  weblacuevadeadulam@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *