Leer la historia del Rey Asa (2 Crónicas capítulos 14 al 16)
“Recuerda, por tanto, de dónde has caído, y arrepiéntete, y haz las primeras obras” (Apocalipsis 2:5)
“Yo reprendo y castigo a todos los que amo; sé, pues, celoso, y arrepiéntete” (Apocalipsis 3:19)
Como hemos visto, hasta un hombre fiel como Asa tuvo su traspié. Quien hasta fue capaz en su celo, de deponer de su dignidad a su abuela, por haber hecho una estatua de Asera, (2 Crónicas 15:16) No mantuvo en su confianza en Dios.
“En el año treinta y nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, y en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos” (2 Crónicas 16:12)
Este versículo ha sido muchas veces, muy mal interpretado. Se lo ha citado tomándolo aisladamente, para decir que está mal que los creyentes que enferman busquen a los médicos, o recurran a la medicina: Remedios, tratamientos etc.
Lo que estuvo mal en Asa, fue su terca actitud al no querer volverse a Jehová su Dios y reconocer sus errores. Dios pacientemente esperó tres años, y Asa enfermó gravemente. Esa enfermedad lo tendría que haber conducido en un camino de vuelta al Señor. Sin embargo, se endureció más en su obstinación y buscó a los médicos que, en realidad no eran médicos, sino curanderos, magos, astrólogos; a los cuales recurrió en su necedad.
A los dos años murió. Dios que es lento para la ira, esperó, pero Asa, persistió en su actitud ¡Qué cuidado debemos tener!
No importa cuánto uno se haya desviado, Dios siempre espera que el hombre se vuelva a él en arrepentimiento.
Pensamientos para reflexionar