
“La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón; El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos. El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre; Los juicios de Jehová son verdad, todos justos…
Tu siervo es además amonestado con ellos; En guardarlos hay grande galardón” (Salmo 19:7-11)
Por medio de su Palabra, Dios le muestra al hombre su estado de perdición y le presenta la salvación en Cristo Jesús. Por medio de la Biblia Dios forma al hombre en sus pensamientos, con principios espirituales inalterables, conforme a la verdad absoluta.
La sociedad actual no quiere saber nada de Dios ni de su Palabra. Y así le va. No acepta lo que Dios dice y lo relativiza, imponiendo su propia ética. Sin embargo, no hay nada superior a la enseñanza cristiana que presenta la Biblia. ¿Dónde encontraríamos preceptos éticos más elevados que los que enseña la Palabra de Dios?
“Amad a vuestros enemigos, haced bien a los que os aborrecen” (Lucas 6:27)
“No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres… No os venguéis vosotros mismos… si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber” (Romanos 12:17-20)
“Sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros…” (Efesios 4:32)
La humanidad sufre porque desecha la verdad de Dios y en esa postura no hay esperanza. Sin embargo, para aquellos que se vuelven a Dios y reciben a Cristo, se presenta el mejor panorama. Para ellos la salvación y la vida eterna, y sobre está tierra una vida de paz y de gozo en comunión con Dios, porque existe una verdad absoluta y esa verdad es la que se encuentra en Cristo.
Pensamientos para reflexionar