“Empero en una casa grande, hay no solamente vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro: y algunos son para honra, y otros para deshonra. Si pues se purificare alguno de éstos, será un vaso para honra, santificado, útil al dueño, y preparado para toda obra buena.”
(2 Timoteo 2:20,21 V.Mod)
También debes saber esto: que en los postreros días vendrán tiempos peligrosos. Porque habrá hombres… que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. (2 Timoteo 3:1,2,5) “que toman la piedad como fuente de ganancia; apártate de los tales” (1 Timoteo 6:5)
La Biblia anuncia el estado actual de la cristiandad. Donde los “cristianos” en vez de presentar un testimonio claro de Jesucristo y sus enseñanzas, muestran conductas y enseñanzas contrarias a lo que el Señor nos dice en su Palabra. (2 Pedro 2:1,2)
Ante estas cosas lamentables, se produce algo paradójico: La gente que no conoce al Señor Jesús, muchas veces acepta de buena gana que se hable de Dios y se le comparta algo de Cristo, pero rechaza de plano asistir “a la iglesia”, por haber visto o escuchado cosas vergonzosas o haber vivido alguna mala experiencia. Y los creyentes, que ante las mismas anormalidades deberían reaccionar, no dicen nada y siguen congregándose defendiendo a muerte sus sistemas.
La Palabra de Dios es clara, al ver el mal se debe reaccionar. “Apártese de iniquidad todo aquel que invoca el nombre de Cristo” (2 Timoteo 2:19) Apartarse sí, pero no para quedarse aislado, solo, sin congregarse, sino “siguiendo la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor” (2 Timoteo 2:22)
Pensamientos para reflexionar