“Sea bueno, sea malo, a la voz del Señor nuestro Dios… obedeceremos, para que obedeciendo a la voz del Señor nuestro Dios nos vaya bien” (Jeremías 42:6)
Hay quienes excusan todo cuanto ocurre diciendo: Si Dios lo permitió es porque Dios así lo quiso. Y con eso se liberan de toda responsabilidad.
A la luz de la Biblia, esto no es así. El hombre siempre es responsable ante Dios, y si bien, Dios es soberano y está sobre todas las cosas, no podemos responsabilizarlo por nuestras malas decisiones.
La Biblia dice: ¿Quién será aquel que diga que sucedió algo que el Señor no mandó? (Lamentaciones 3:37) Pero los versículos siguientes hablan de lamentarse en el pecado y examinar bien el camino hecho.
Dios siempre busca el bien para nosotros, pero, lo desechamos. Hay cosas que desea dárnoslas en bendición y que forman parte de SU CONSEJO; y hay otras cosas que las recibimos debido al ejercicio de SU GOBIERNO sobre nosotros.
Ejemplo: Israel en el desierto. El consejo de Dios era, sacarlos de Egipto e introducirlos en Canaán… Israel hace ese camino durante 40 años.
La Biblia dice él porqué de esos años. Debía morir toda una generación rebelde e incrédula (Números 14:33) Además, saber lo que había en sus corazones; gustar la gracia, y reconocer como siempre es bueno obedecer a Dios y guardar sus mandamientos. (Deuteronomio 8:2)
Dios permite muchas cosas que no entendemos ni nos gustan, pero que debemos comprender que son necesarias. “Para a la postre hacerte bien” (Deuteronomio 8:16)
Pensamientos para reflexionar