“Oh Jehová, esté ahora atento tu oído… a la oración de tus siervos, quienes desean reverenciar tu nombre” (Nehemías 1:11)
“Pero en ti hay perdón, Para que seas reverenciado” (Salmo 130:4)
“Por tanto, no te avergüences de dar testimonio de nuestro Señor” (2 Timoteo 1:8)
El escritor argentino Jorge Luis Borges, tenía gustos simples. Su comida preferida era el arroz con manteca y queso. Cierta vez, estando en Paris para recibir un premio, lo llevaron al mejor restaurante y le preguntaron que deseaba comer. Él respondió: arroz con manteca y queso. Los que estaban con él dijeron: – Maestro, ¡Está en el mejor restaurante de Francia! –
A lo que Borges respondió: – Entonces, tendré la oportunidad de probar como hacen el arroz con manteca y queso en el mejor restaurante de Francia-
Siempre se puede buscar la vuelta cuando uno está seguro de sus deseos.
Por ejemplo: Cuando queremos glorificar a Dios, buscaremos por todos los medios, ser agradables al Señor (2 Corintios 5:9) Ser ejemplos en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza… (1 Timoteo 4:12) Y esto, tanto si siempre pudimos cuidarnos y somos creyentes con un testimonio impecable, como así también si nuestra vida se vio mancillada por el pecado.
Si hemos caído en pecado, fiel es Dios para no dejarnos caídos. Para levantarnos por sobre la obra del maligno, que no debe jamás truncar los propósitos de Dios en nosotros. Para que, igualmente, podamos glorificar su nombre, siendo ejemplo entonces de arrepentimiento y de restauración. Ejemplos de cómo debe levantarse el caído, para que otros sepan que hay un Dios grande y perdonador.
Nadie queda eximido de vivir de una manera ejemplar.
Pensamientos para reflexionar