
“En una o en dos maneras habla Dios; Pero el hombre no entiende” (Job 33:14)
“Los hombres malos no entienden el juicio; Mas los que buscan a Jehová entienden todas las cosas” (Proverbios 28:5)
“No saben ni entienden; porque cerrados están sus ojos para no ver, y su corazón para no entender” (Isaías 44:18)
Hay una frase muy conocida que dice sarcásticamente en forma de pregunta: ¿Qué parte no se entendió?
Esa pregunta es muy justa, sobre todo cuando luego de una y otra vez de predicar el evangelio, vemos que la gente escucha entusiastamente, manifiestan estar de acuerdo, pero no se entregan.
Muchas veces, los oyentes confiesan ser conscientes de que Dios existe, de la maldad innata en el hombre a causa del pecado, reconociendo que todos somos pecadores. Creen que hay vida después de la muerte, y que existe un cielo y un infierno que los espanta. Se les habla del pronto retorno de Cristo por su iglesia y no contradicen esa enseñanza, pero, con todo y con eso, no reciben a Cristo como salvador. Cierran sus sentidos a la Palabra y la acción del Espíritu.
¡Es increíble! ¿Qué parte no entienden? Pronto será demasiado tarde y ya no habrá posibilidad de salvación.
Verdaderamente, como dice la Biblia. “El corazón de este pueblo se ha engrosado, Y con los oídos oyen pesadamente, Y han cerrado sus ojos; Para que no vean con los ojos, Y oigan con los oídos, Y con el corazón entiendan, y se conviertan” (Mateo 13.15)
Oramos para que nadie que esté leyendo este devocional, y que aún no haya recibido a Cristo rechace al Salvador. Ahora es el momento de recibir el mensaje de salvación para ser salvo en Jesucristo.
Pensamientos para reflexionar