Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, más vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gálatas 2:20)
Cuando alguien pregunta: ¿Quién es verdaderamente un cristiano? Las respuestas varían, pero por lo general, la gente dice: cristiano es quien cree en Cristo… Quien se bautizó y asiste a alguna congregación… Quien lee la Biblia y procura andar conforme a lo que ella dice. Etc. Sin embargo, uno puede hacer todas esas cosas y no ser verdaderamente un cristiano, pues ser cristiano es mucho más.
El cristiano tiene a Cristo como Salvador y Señor y, por ende, Cristo es su vida. El cristiano vive a Cristo, ya que está vinculado vitalmente con él.
Alguien puede imitar la forma de ser de los cristianos, pero lo que no podrá jamás, a no ser que acepte a Cristo y nazca de nuevo, es manifestar la vida de cristo.
Alguien puede deslumbrar con su predicación y enseñanza de la Palabra de Dios, pero lo que se necesita es que aquello que se predica, se viva. Que quien hable la Palabra de Dios, haga carne lo que dice sin justificarse. La Biblia enseña que hay una gran bendición en oír la Palabra de Dios, pues por el oír es la fe (Romanos 10:17) Pero no solamente debemos ser oidores, sino hacedores de la Palabra (Santiago 1:22)
No es la pompa, la apariencia, ni la elocuencia de palabras lo que declara a una persona como cristiano, sino su vida misma de fe donde Cristo se manifiesta.
Pensamientos para reflexionar