“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1)
“De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas” (2 Corintios 5:17)
La Biblia dice claramente que no hay condenación alguna para quienes están EN CRISTO Jesús. Muchos dicen: para los que creen en Cristo Jesús. Y si bien es cierto que la salvación es por gracia mediante la fe, cuando se nos dice de estar EN CRISTO, se nos está diciendo algo aún más profundo que es necesario tener en cuenta.
Los seres humanos descendemos de Adán. Como descendientes de Adán, somos representados por él. Las bendiciones de Adán recaen sobre nosotros, así como las consecuencias de su pecado. Estamos vistos en Adán y EN ADÁN, todos mueren. (1 Corintios 15:22)
Debido a nuestro estado en Adán, descendió de los cielos el Hijo de Dios, y murió por nuestros pecados. Se identificó con nosotros, muriendo por nuestros pecados, pagando en nuestro lugar. Y para que nosotros nos identifiquemos con él, se nos ha ofrecido la salvación en su Nombre. Quien lo recibe en su corazón, creyendo en él como su Salvador, recibe la salvación. Pasa a ser una persona, ya no en Adán, sino en Cristo, y ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús; porque si bien, por naturaleza es merecedor del juicio de Dios por su pecado, ahora es visto en Cristo, representado por Él, quien ya pagó delante de Dios. Y Dios, como dice en su Palabra: habiendo habido consumación, no tomará venganza dos veces (Nahún 1:9)
Pensamientos para reflexionar