“Así dijo Jehová: Paraos en los caminos, y mirad, y preguntad por las sendas antiguas, cuál sea el buen camino, y andad por él, y hallaréis descanso para vuestra alma. Mas dijeron: No andaremos” (Jeremías 6:16)
“Dicen, pues, a Dios: Apártate de nosotros, Porque no queremos el conocimiento de tus caminos. ¿Quién es el Todopoderoso, para que le sirvamos? ¿Y de qué nos aprovechará que oremos a él?” (Job 21:14,15)
Es muy triste ver a las personas proceder mal y vivir mal ante los ojos de Dios, y más aún, cuando esas personas siendo apercibidas, manifiestan resueltamente su deseo de no cambiar su postura. Dios les dice: Este es el camino, anda por él…. Pero ellos dicen: No andaremos.
A esta clase de personas, no se les puede aducir ignorancia, pues no lo hacen por ignorancia, sino debido a una postura de corazón. Son como aquellos que decían: “Es en vano; porque en pos de nuestros ídolos iremos, y haremos cada uno el pensamiento de nuestro malvado corazón” (Jeremías 18:12) Y ante esa actitud no podemos hacer nada. Quieren seguir haciendo lo que les gusta, aunque lo que les gusta sea incorrecto y perjudicial.
Es realmente triste ver como se privan solos de la bendición. Dios quiere salvarlos y bendecirlos, pero ellos no quieren saber nada de Dios. El Señor dijo: “¡Cuántas veces quise juntar a tus hijos, como la gallina a sus polluelos debajo de sus alas, y no quisiste!” (Lucas 13:34) Y sintió en su corazón ese rechazó de los hombres.
Tengamos siempre presente: Ningún ser humano podrá decir: “Dios no me quiso salvar…” “Dios me predestinó para perdición”. Porque Dios quiere que todos los hombres sean salvos (1 Timoteo 2:4) Es el hombre que no quiere entregar su corazón a Cristo, para seguir tras los deseos de su corazón.
Pensamientos para reflexionar