
Y les harás calzoncillos de lino para cubrir su desnudez; serán desde los lomos hasta los muslos. (Éxodo 28:42)
“Porque las cosas que se escribieron antes, para nuestra enseñanza se escribieron” (Romanos 15:4)
En el libro de Éxodo están las indicaciones de las vestiduras de los sacerdotes, con especificaciones bien minuciosas. Allí se describe el efod, la túnica bordada, la mitra, el cinturón, el pectoral del juicio etc. Pero, también los calzoncillos de lino que debían llevar todos los sacerdotes para cubrir su desnudez.
Alguien podría decir: ¿Era necesario el detalle acerca de los calzoncillos? Y la respuesta es sí, por eso Dios lo resalta dejándonos una enseñanza espiritual muy grande que podemos aplicar para nosotros en nuestro tiempo.
Obviamente, el sacerdocio cristiano, es bien distinto al sacerdocio del antiguo pacto, pero las recomendaciones que quedaron escritas, sirven como ejemplo para nosotros. (1 Corintios 10:6)
Los calzoncillos eran prendas íntimas que no estaban a la vista de todos, pero aquellos que tenían el privilegio del sacerdocio ante Dios, debían tener en lo íntimo también cuidados especiales, para que, en caso de que accidentalmente, en un descuido, por algún movimiento cuando estuviesen cumpliendo con sus tareas, se los viera más íntimamente, no se viera en ellos su carne vergonzosa, sino que mostraran santidad, justicia, pureza, tal lo que representa en el sentido espiritual el lino. (Apocalipsis 19:8)
Esto nos muestra claramente que, sirviendo al Señor, jamás los hijos de Dios debemos dejar que en ello se note algo de la carne, sino por el contrario, acciones justas, santas y puras, como corresponde a personas espirituales.
Pensamientos para reflexionar