
“Pablo dijo: Vosotros sabéis cómo me he comportado entre vosotros todo el tiempo, desde el primer día que entré en Asia… Testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo” (Hechos 20:18 y 21)
“Porque no son los oidores de la ley los justos ante Dios, sino los hacedores de la ley serán justificados” (Romanos 2:13)
El Señor Jesús dijo: “Habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento” (Lucas 15:7)
Este versículo es muy conocido, pero, muchas veces mal interpretado. ¿Qué quiso decir el Señor al hablar de los que no necesitan arrepentimiento? Para entender el significado de esa expresión, es necesario ver el contexto donde se expresó, de lo contrario parecería que hay una contradicción ya que la Biblia enseña que todos somos pecadores y que, por lo tanto, todos sin excepción necesitamos reconocerlo y arrepentirnos.
Primeramente, debemos recordar que la Biblia es la palabra inerrante de Dios, es decir, que no tiene errores ni se contradice, y que enseña que los únicos que no necesitan arrepentimiento, son los creyentes, los que ya se han arrepentido y ahora son salvos. Entonces, indudablemente, este pasaje no puede estar hablando de ellos, porque como sabemos no hay más gozo en el cielo por un pecador que adquiere la salvación que por noventa y nueve que han sido igualmente salvos y que ahora se encuentran unidos a Cristo.
Lo que debemos reconocer en este versículo, es que el Señor está hablando, no de justos, (justificados por la fe) sino de los escribas y fariseos que se creían justos porque no se veían pecadores como los demás y, por lo tanto, rechazaban arrepentirse.
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Pensamientos para reflexionar