“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1)
“¡A la ley y al testimonio! Si no dijeren conforme a esto, es porque no les ha amanecido” (Isaías 8:20)
La epístola de Judas, trata acerca del testimonio cristiano en los últimos tiempos. Así como Lucas escribió los Hechos de los Apóstoles, se suele decir que Judas escribió los hechos de los apóstatas.
En su epístola nos llama a contender por la fe que una vez ha sido dada a los santos. (Judas 3)
(Fe, en este contexto, significa el conjunto de las enseñanzas cristianas que hemos recibido y creemos)
El abandono de la sana doctrina, es entre otras cosas, a causa de la obra de “los que causan divisiones, los sensuales*, que no tienen el Espíritu” (v 19)
El accionar de los sensuales, es lo que vemos desenfrenadamente en nuestros días. Personas que niegan la autoridad de la Palabra, equiparándola con lo experimental y lo sensitivo… ¡Eso es mortal!
Cuando alguien desecha lo que está escrito en la Biblia, argumentando que experimentó o sintió otras cosas, es muy difícil redargüirlo. Uno le muestra lo que está escrito, pero no lo aceptará, remitiéndose a sus sentimientos, sus experiencias y a su parecer.
Las grandes sectas se levantan sobre la base de las experiencias y lo sensitivo, sin preocuparse por conocer la procedencia de ese poder espiritual que los impulsa.
Todo esto está anunciado de ante mano en la Palabra, por eso, los cristianos, debemos edificarnos en la santísima fe. (v20) remitiéndonos siempre a la Escrituras.
*Sensual: Perteneciente o relativo a las sensaciones de los sentidos.
Pensamientos para reflexionar