
“Tu siervo soy yo, dame entendimiento Para conocer tus testimonios. Tiempo es de actuar, oh Jehová, Porque han invalidado tu ley” (Salmo 119:125,126)
“Y Conoceremos, y proseguiremos en conocer al Señor” (Oseas 6.3)
“Para entender sabiduría y doctrina, Para conocer razones prudentes…” (Proverbios 1:2)
Es muy importante que todo cristiano lea regularmente la Biblia, estudie la Biblia y viva lo que dice la Biblia. En el libro de Oseas dice: “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento” (Oseas 4.6) Efectivamente, la falta de conocimiento destruye al hombre, destruye pueblos, congregaciones, desune a los hermanos, etc.
Como creyentes tenemos la obligación de conocer lo que Dios nos ha dicho. A la Iglesia se le ha confiado un testimonio, y debemos saber como conducirnos en la Casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente (1 Timoteo3:16) Se nos ha confiado la Palabra, la sana doctrina de nuestro Señor y no simplemente sanas costumbres, y formas de ver e interpretar las Escrituras que indudablemente, nos han servido a través de los años. Pero, que, obviamente son insuficientes, porque a las cosas, las debemos constatar, no ante lo que otros hayan dicho, sino ante la Palabra de Dios.
Es necesario estudiar la Biblia estudiando las doctrinas bíblicas fundamentales para saber conducirse. Por medio de esas enseñanzas, sabremos identificar verdaderamente que es un mal moral o un mal doctrinal y como tratarlo. Sabremos qué forma de disciplina debe aplicar la Asamblea de Dios y de qué manera en cada caso particular, no creando leyes a conveniencia ni por temor a ser avasallados por lo que consideramos la corriente de este mundo. Sino conducidos por la Palabra.
Pensamientos para reflexionar