“No hay quien clame por la justicia, ni quien juzgue por la verdad; confían en vanidad, y hablan vanidades; conciben maldades, y dan a luz iniquidad. Incuban huevos de áspides, y tejen telas de arañas” (Isaías 59:4,5)
“Tales son los caminos de todos los que olvidan a Dios; Y la esperanza del impío perecerá; Porque su esperanza será cortada, Y su confianza es tela de araña. (Job 8:13,14)
El hermano H. Ironside, contaba que una vez, en Los Ángeles, U.S.A, se juntaron miles de personas para ver un espectáculo sorprendente. Un hombre escalando uno de los más grandes edificios contando solamente con sus manos y sus pies. Ante la mirada de todos, fue escalando aprovechando cada detalle saliente de la pared, hasta que estando ya muy arriba, observó una pequeña piedra gris que asomaba. Con todas sus fuerzas dio un salto hasta que logró tomarla y aferrarse de ella, pero, ante la mirada de todos se precipitó al vacío estrellándose contra el suelo. El cadáver tenía aún en su mano los restos de la tela de araña de la cual quiso sostenerse, la cual había confundido con una piedra sólida.
Esto nos hace pensar en muchas cosas en la que el hombre confía y a las cuales se aferra confiándole su vida y su porvenir, pero que, como aquella tela de araña no podrá sostenerlo.
Qué terrible será para aquellos que creen que yendo a una iglesia, cumpliendo ritos, bautizándose, etc. Les alcanzará para salvarlos de la condenación eterna. Eso, como cualquier otra cosa que no sea Cristo, es como telas de araña.
La salvación solo es por medio de Jesucristo. Por eso, Dios, hoy se dirige a todos los hombres, llamándolos al arrepentimiento para que crean y reciban a Cristo como su salvador personal, pues en ningún otro hay salvación.
Pensamientos para reflexionar