“Por esto sabemos que estamos en él. El que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo” (1 Juan 2:5,6)
“Por tanto, de la manera que habéis recibido al Señor Jesucristo, andad en él” (Colosenses 2:5)
La Biblia dice que “ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús” (Romanos 8:1) Los que están en Cristo Jesús, obviamente han creído en Cristo como su salvador, y ahora están plenamente identificados con él, vistos en él, aceptos en él (Efesios 1:6)
Estar en Cristo no es una posición transitoria, sino permanente. Todo creyente renacido está en él y permanece en él. Y eso es lo que diferencia a los verdaderos cristianos de aquellos que dicen ser de Dios y solamente son cristianos nominales, es decir los que dicen serlo, pero la realidad es otra.
La Biblia expresa que el que dice que permanece en él, debe andar como él anduvo (1 Juan 2:6) Y ¿cómo anduvo nuestro Señor? “Él anduvo haciendo bienes … porque Dios estaba con él” (Hechos 10:37) Anduvo en amor y tanto es así, que Juan admirado al ver a aquel ser perfecto y santo, dijo: “Vimos su gloria, gloria como del Unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad” (Juan 1:14)
Por lo tanto, el que dice que es de Cristo y dice permanecer en él, debe andar como él anduvo, lleno de gracia y de verdad. Y eso es algo que se notará. El verdadero cristiano debe estar lleno del amor de Dios y andar separado de toda especie de mal. (1 Tesalonicenses 5:22) No como religioso ni sectario, sino como anduvo Cristo.
Pensamientos para reflexionar