“El Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación” (Santiago 1:17)
“El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán” (Lucas 21:33)
“Porque yo Jehová no cambio” (Malaquías 3:6)
El idioma español o castellano, al ser una lengua viva, tiene cambios y variantes. Debido a eso, palabras que eran antes consideradas como incorrectas, fueron luego reconocidas como válidas por la Real Academia Española, porque la mayoría las utilizaba en su hablar diario.
Así como sucede con el lenguaje, muchos creen que sucede con Dios. Piensan que, si algo está mal, pero todos lo hacen y lo siguen haciendo en el tiempo, eso ya no debe considerarse malo. Esto lo vemos a diario con cosas relacionadas con la moral, con la ética, con el comportamiento en las cosas santas etc.
Algunos dicen que tenemos que aceptar nuevas costumbres y formas de vida, porque los tiempos cambiaron y todo el mundo vive de esa manera. Lo cual es un error.
El hombre decir cualquier cosa, pero los cristianos tenemos que decir cómo está escrito: Antes bien sea Dios veraz y todo hombre mentiroso (Romanos 3:4) Porque las cosas son como las dice Dios y no los hombres. El hombre puede cambiarlo todo, pero, “El que mora en los cielos se reirá” (Salmo 2:4) porque hay cosas que no cambian, y Dios dijo como son y como deben ser, en su Palabra. Una palabra que no cambia y permanece para siempre (1 Pedro 1:25) Porque es la Palabra del Señor que es el mismo ayer y hoy y por los siglos. (Hebreos 13:8)
Pensamientos para reflexionar