“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros… Al oírlas, muchos de sus discípulos dijeron: Dura es esta palabra; ¿quién la puede oír?… Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás, y ya no andaban con él” (Juan 6:53,60,66)
“Pero nosotros no somos de los que retroceden para perdición, sino de los que tienen fe para preservación del alma” (Hebreos 10:39)
A través de su ministerio, el Señor anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo. (Hechos 10:38) Debido a eso, mucha gente le seguía. Nadie se iba, cuando los juntaba para darles de comer, pero la vida junto a Jesús, no es solamente gustar sus favores. Él debe ser reconocido y recibido como salvador.
Cuando el Señor les dice en que consiste la vida eterna. Cuando les hace ver que creer para salvación no es lo que ellos creían. Cuando se angostó el camino “Muchos se volvían atrás y ya no andaban con él… Y decían: Dura es esta palabra, ¿quién la puede oír? (Juan 6:60,66)
Aquellos hombres no comprendieron las palabras del Señor y no quisieron creer. Cuando se les angostó el camino, dejaron de seguir a Jesús.
Así sucede actualmente. Algunos, lamentablemente, estarán un tiempo y se irán. Muchos son llamados por el evangelio. En ese Evangelio de la gracia de Dios hay perdón para todo aquel que cree. Pero luego hay más. Hay un camino a seguir, hay responsabilidades, hay cosas que el Señor espera de los suyos, y es allí donde, muchos encuentran dura la palabra, y van en busca de alguna doctrina que les satisfaga, donde puedan seguir libremente su vida.
¡Cuidado! “Cualquiera que se extravía, y no persevera en la doctrina de Cristo, no tiene a Dios” (2 Juan 1:9)
Pensamientos para reflexionar