
“¿Quién es el hombre que teme a Jehová? Él le enseñará el camino que ha de escoger” (Salmo 25:12)
“El que quiera hacer la voluntad de Dios, conocerá si la doctrina es de Dios” (Juan 7:17
La Biblia dice: No hay nada nuevo debajo del sol. (Eclesiastés 1:9) En tiempos del Señor, los judíos cometieron el pecado imperdonable, blasfemando contra el Espíritu Santo. (Mateo 12:23-32) Ellos debían reconocer en Jesús al Mesías prometido, pero se negaron a creer, y aun viendo las señales inequívocas que lo presentaban como el Cristo de Dios (Juan 7:31) en su obstinación, lo que no podían negar, atribuyeron a que no era del Espíritu, sino que lo hacía por el poder de Beelzebú.
Hoy mucha gente religiosa actúa con el mismo principio de negación. Ven que evidentemente Dios en su Palabra presenta una sana doctrina que ellos no quieren aceptar. Y como no la quieren cumplir, comienzan con sus interpretaciones, haciendo gala de su hermenéutica, negando la operación del Espíritu en tales textos. Aduciendo que la Biblia ha sido manipulada por la religión y que en realidad eso que se dice en cuanto al orden y a la administración de la Iglesia, a la posición del hombre y de la mujer, a la cubierta de las mujeres y a todo tema que les parezca urticante, no es del Espíritu. Que no es lo que quiso decir Dios, o que fueron dichas para los Corintios, para la iglesia en Éfeso, o cosas por el estilo. Mientras que, quienes quieren hacer la voluntad de Dios, conocerán sin impedimento, si la doctrina es de Dios (Juan 7:17)
Pensamientos para reflexionar