“El Espíritu de verdad, él os guiará a toda la verdad… y os hará saber las cosas que habrán de venir. El me glorificará; porque tomará de lo mío, y os lo hará saber” (Juan 16:13-14)
“Mirad, pues, cómo oís; porque a todo el que tiene, se le dará; y a todo el que no tiene, aun lo que piensa tener se le quitará” (Lucas 8:18)
En algún momento de la vida cristiana, el creyente comienza a ver la grandeza de la Palabra de Dios y descubre verdades maravillosas. Allí experimenta lo del salmista y se regocija Como el que halla muchos despojos (Salmo 119:162)
Cuando alguien lo ve hacer esas experiencias espirituales, podría decir: “El Señor tiene sus tiempos. Él está gozando esto que el Señor tenía preparado…” En realidad, no es así. El Señor siempre anheló verlo gozar en su Palabra, solo que la persona se negaba porque estaba ocupado en otras cosas que lo distraían y el Señor no revela sus verdades a quien no tiene interés de conocer esas verdades para caminar en ellas.
Nótese bien que decimos “quien desea conocer la verdad para caminar en ella”, no simplemente quien desea conocer. Y esto también es un gesto de amor del Señor.
Cada verdad que conocemos nos coloca en una responsabilidad mayor, porque luego debemos caminar bajo la luz que nos ha sido dada. Si alguien que dice ser de Cristo no está dispuesto a vivir para Él, el Señor no le seguirá revelando cosas que ni siquiera comprenderá, ni desea poner en práctica, sino que trabajará su corazón para que se concientice del estado en el que se encuentra.
Es a medida que vamos haciendo progresos espirituales que se nos va revelando más, “porque al que tiene se le dará” (Lucas 8:18)
Pensamientos para reflexionar