Me mostró al sumo sacerdote Josué, el cual estaba delante del ángel de Jehová, y Satanás estaba a su mano derecha para acusarle. Y dijo Jehová a Satanás: Jehová te reprenda, oh Satanás; Jehová que ha escogido a Jerusalén te reprenda. ¿No es éste un tizón arrebatado del incendio? … Y habló el ángel, y mandó a los que estaban delante de él, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo: Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza (Zacarías 3:2)
La escena vista por el profeta fue impactante. El sumo sacerdote delante de Jehová, y al lado Satanás acusándole. La Biblia nos dice que esa es una de las funciones de Satanás. Llamado: “el acusador de los hermanos…” (Apocalipsis 12:10)
Josué, el sumo sacerdote, estaba vestido de vestiduras viles. Además de la aplicación que tiene este pasaje para Israel, tiene una hermosa enseñanza espiritual para nosotros.
Quien se pare ante el Señor para servirle, encontrará que Satanás está allí para acusarle, para decir que tiene vestiduras viles. Las vestiduras en la Biblia son figura del testimonio, de lo que la gente ve, ya que las personas miran lo que está delante de sus ojos (1 Samuel 16:7) Y el diablo, siempre va a querer desacreditar a los creyentes, aduciendo cosas de su vida, de su pasado etc. Sin embargo, allí aparece el Señor, quien reprende a Satanás y le hace ver que a quien acusa es un tizón arrebatado del incendio, Alguien que estaba para arder completamente en el fuego eterno y fue salvado, y por eso, le cambia las vestiduras, y pone mitra limpia sobre su cabeza, para mostrarlo tal como él lo ve.
Así obra Dios con quienes ha perdonado.
Tengamos siempre en cuenta: Quienes lavan los pies de sus hermanos (Juan 13:15), hacen la obra del Señor. Quienes acusan con desamor a sus hermanos, hacen la obra del diablo.
Pensamientos para reflexionar