“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13)
En la Biblia, la palabra tentación tiene al menos dos aspectos.
- TENTAR se utiliza en el sentido de PROBAR, PONER A PRUEBA.
Esto, generalmente, para aquellas pruebas a la que somos sometidos, y cuyas circunstancias fortalecen nuestro carácter, y robustecen y purifican nuestra fe; pues nos despojan de todo aquello en lo cual nos podríamos apoyar aun sin darnos cuenta, y que no son únicamente Dios.
Dios prueba de esta manera, como lo vemos en el caso de Abraham, y se nos dice en la Palabra. “Hermanos míos, tened por sumo gozo cuando os halléis en diversas pruebas… Bienaventurado el varón que soporta la tentación; porque cuando haya resistido la prueba, recibirá la corona de vida” (Santiago 1:2 y 12)
- También, TENTAR se utiliza en el sentido de INCITAR, INDUCIR, SEDUCIR AL MAL
Satanás TIENTA de esta manera, seduciéndonos al mal para quebrantar nuestra obediencia a Dios.
También nuestra propia concupiscencia nos induce al mal, porque en nuestra carne no mora el bien. (Santiago 1:13-14)
Recordemos siempre: Dios prueba, Satanás seduce.
Satanás utilizará todo lo que dispone como príncipe de este mundo, ya que él maneja el sistema que vemos a nuestro alrededor sabiendo que en nuestra carne, somos vulnerables.
Para resistir éste ataque, no tenemos fuerzas, la única salida es:
“Andad en el Espíritu, y no satisfaréis los deseos de la carne” (Gálatas 5:16)
Pensamientos para reflexionar