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“Amados, no creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios; porque muchos falsos profetas han salido por el mundo” (1 Juan 4:1)
“Pero hubo también falsos profetas entre el pueblo, como habrá entre vosotros falsos maestros, que introducirán encubiertamente herejías destructoras, y aun negarán al Señor que los rescató… Y muchos seguirán sus disoluciones” (2 Pedro 2:1,2)
Se le llama sincretismo a la tendencia de conjugar y armonizar corrientes de pensamientos o ideas opuestas. Esta tendencia está a la orden del día, y podríamos decir que es el arma moderna de Satanás para confundir a las personas y hacer que luego se pierdan en el infierno.
El sincretismo hace armonizar cosas que no pueden armonizar nunca, porque hay cosas que se contradicen, porque siendo de una manera no pueden ser de otra.
Por ejemplo. Hay gente que dice ser cristiano, pero, además, cree en la doctrina de la reencarnación. Nadie puede creer en la doctrina de la salvación por Cristo, y a la vez, creer en la reencarnación, porque son cosas que no pueden armonizar nunca.
No se puede mezclar la verdad de Dios con cosas que no son de Dios. Sin embargo, el hombre, tiene la tendencia de creer y tomar un poco de cada cosa. Toman tanto de otras religiones, como de los sistemas religiosos cristianos y al final, no están de acuerdo con nadie, ni se identifican con nadie.
Esto es muy común en personas a quienes les gustó siempre indagar en todo y han comulgado con todo; dejando entrar en su mente doctrinas perversas que, luego, aunque se conviertan en muy difícil sacárselas. Esas personas, caen en ese sincretismo creyendo muchas veces cosas que son totalmente contrarias a la fe cristiana.
Pensamientos para reflexionar
