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“Como no teniendo nada, mas poseyéndolo todo” (2 Corintios 6:10)
“Porque ya conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo, que por amor a vosotros se hizo pobre, siendo rico, para que vosotros con su pobreza fueseis enriquecidos” (2 Corintios 8:9)
Leyendo: siendo rico, se hizo pobre… Aprendemos no sólo sobre la gracia, sino también acerca de la eternidad del Hijo de Dios.
Hay doctrinas heréticas que enseñan que el Hijo de Dios, no es eterno. Que comienza su existencia en el pesebre. Eso es falso y contrario a lo que enseña la Biblia. El Hijo es eterno, Como el Padre y el Espíritu son eternos. Tres personas que conforman al “eterno Dios” (Deuteronomio 33:27)
Cuando tomó un cuerpo, para venir a dar su vida por nosotros, la Biblia dice: “Que Dios envió a su Hijo” (Gálatas 4:4) y que: “un niño fue nacido, hijo nos fue dado” (Isaías 9:6) Un niño fue nacido, porque tomó la forma de un niño, cumpliendo la profecía (Isaías 7:14). El Hijo, no fue nacido, nos fue dado. Dios lo envió para salvación.
Desde su encarnación, lo vemos relacionado a la pobreza. El humilde pesebre, sus padres ofreciendo, la ofrenda de los pobres (Lucas 2:24) etc. Si su existencia hubiera comenzado en el pesebre, ¿Entonces, cuando fue rico?
Respondemos: Fue rico, eternamente, porque es el Hijo eterno de Dios y “de él, y por él, y para él, son todas las cosas” (Romanos 11:36)
Pensamientos para reflexionar
