Todos los escritos“Porque no nos predicamos a nosotros mismos, sino a Jesucristo” (2 Corintios 4:5)
“Nosotros predicamos a Cristo crucificado” (1 Corintios 1:23)
“Porque en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos” (Hechos 4:12)
La gente al ver como los creyentes se agrupan por gusto a ciertas liturgias, cumpliendo ciertos rituales que nada tienen que ver con lo que enseña la Biblia, formando nuevas denominaciones, dicen: Eso está mal. Sin embargo, eso, de ninguna manera los justifica para que rechacen a Cristo despreciando la salvación que Dios les ofrece por gracia.
Los hombres no deben buscar la salvación en la iglesia ni en algún tipo de creencia, sino en Cristo. Dios puso a Cristo como salvador, no a la iglesia, ni a las religiones. Las personas pueden estar en desacuerdo con algunos credos religiosos y tener razón, pero no pueden estar en desacuerdo con Dios que es ante quien tendrán que dar cuentas.
Los incrédulos pueden esforzarse en negar todo lo que tiene que ver con Dios, bajo el pretexto de la desilusión religiosa, pero eso no les quitará sus inquietudes internas. No podrán mantenerse siempre tranquilos ante la realidad de la muerte, ni negar su preocupación por lo que pueda pasarles a ellos ni a sus seres queridos luego de dejar este mundo. Y a pesar del fracaso religioso existente, nada los justificará ante Dios, por haber rechazado a Cristo, negándose a saber más para no comprometerse.
Es necesario saber que todos los seres humanos, deberemos responder ante Dios por la decisión que tomamos ante la verdad de Cristo y que, finalmente, no podremos poner excusas.
Pensamientos para reflexionar
