Todos los escritos
“No fue encubierto de ti mi cuerpo, Bien que en oculto fui formado, Y entretejido en lo más profundo de la tierra. Mi embrión vieron tus ojos, Y en tu libro estaban escritas todas aquellas cosas Que fueron luego formadas, Sin faltar una de ellas. ¡Cuán preciosos me son, oh Dios, tus pensamientos! ¡Cuán grande es la suma de ellos!” (Salmo 139:15-17)
Dios habita en las alturas (Isaías 33:5) En luz inaccesible (1 Timoteo 6:16) Está por encima de todo y de todos (Eclesiastés 5:8) Pero, para nuestra redención tuvo que descender hasta el lugar opuesto, hasta lo más bajo. Quien ahora está sentado por encima de todo, a la diestra de Dios, es quien estuvo siempre en los cielos, pero que se despojó a sí mismo cuando descendió a nosotros, hasta lo más bajo, a la misma tierra, tomando forma de siervo hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte y muerte de cruz. (Filipenses 2:5-8)
En la cruz, se ve resaltada la humillación de nuestro Señor. Allí se completa la expresión de que llegó hasta lo más bajo de la tierra, porque está escrito: “Maldito todo el que es colgado en un madero” (Gálatas 3:13) Jesús, se presentó por nosotros en el lugar de la maldición para llevar el castigo, y así nos redimió de la maldición de ley hecho por nosotros maldición.
Nacer en el pesebre, morir en el lugar de la maldición sobre la cruz del calvario y descender al sepulcro, implica haber descendido a lo más bajo de la tierra. Sin embargo, aquel que descendió, es aquel a quien ahora vemos coronado de gloria y de honra exaltado a lo sumo (Filipenses 2:9, Hebreos 2:9)
Pensamientos para reflexionar
