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“Mi alma espera a Jehová Más que los centinelas a la mañana, Más que los vigilantes a la mañana” (Salmo 130:6)
“Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera; porque en ti ha confiado” (Isaías 26:3)
“Aguarda a Jehová; Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová” (Salmo 27:14)
Una sierva del Señor que estaba enferma, solía decir: Cuando el Señor me llame a su presencia, le diré: Señor, tú sabes que no fui lo que debía haber sido para ti. Y conoces todas mis debilidades, pero también sabes que a pesar de todo, no he dejado cada día de pedirte que me dieras fuerzas para seguir, que me levantes para servirte. Tú sabes que todos los días reconocí mi estado delante de ti y por tu gracia seguí adelante perseverando, porque no quise en esta vida otra cosa que a Cristo y su causa… Esta creyente, perseveró hasta el fin…
Que virtud maravillosa es la perseverancia. ¡Qué fácil es llegar a cierta posición o estado, pero cuando cuesta permanecer en el mismo! Hasta un hombre de fe como fue David, luego de haber estado huyendo de Saúl tanto tiempo, un día pensó. “Al fin seré muerto algún día por la mano de Saúl; nada, por tanto, me será mejor que fugarme a la tierra de los filisteos” (1 Samuel 27:1) Y se pasó a Aquis hijo de Maoc, rey de Gat, donde vivió con grandes ejercicios de corazón.
Debemos esperar en el Señor siempre y no desmayar. Todos somos propensos a desalentarnos y actuar por nuestra cuenta, sin que se haya movido la nube. (Números 9:17-22) Dios prueba nuestra fe, debemos confiar volcando nuestro corazón cada día ante él para mantenernos.
Pensamientos para reflexionar
